En el
2012 ya se vislumbraba la incapacidad manifiesta de la CD de Newell´s.
Una
serie de errores desde su inicio, en la gestión institucional y en temas
deportivos, anunciaban este descalabro. Jugó a favor de ocultar su discapacidad
directriz, el beneficio de inventario que supuso el estado en que el club fue
recibido. Esto último fue funcional para acallar las voces disidentes, no ya
desde la negra violencia vivida con anterioridad, sino desde la soberbia de no
escuchar, no discutir, no consensuar. El argumento de esos tiempos estaba
basado en la autoridad que le confería a la nueva CD haber desplazado a Eduardo
López, negando la realidad que indicaba que lo desplazó el socio que fue a
votar, no la CD electa.
Era
evidente, y lo dijimos en su momento, que una CD preparada para ganar esas
elecciones, había sido armada específicamente para ese fin, lejos de ser un
equipo preparado para gobernar. Si en la constitución de la CD hubiese habido algún
aporte de visión estratégica y a mediano plazo, se podría haber advertido que
para lo que NO estaba preparada, era para la gestión.
Eso no
ocurrió en el club. No hubo un reconocimiento del carácter de transición de la
CD y una actitud acorde a ello, sino muy por el contrario, un sentimiento de
propiedad y de autoridad infinita conferida con el argumento (viejo truco) de
que “lo anterior había sido un infierno”.
Después
que este grupo de dirigentes tomara las riendas del club, comenzaron
inmediatamente los errores graves de apreciación futbolística. , queriendo
mezclar lo político con lo deportivo, y considerando que refundaban el club.
Lo
primero que hicieron fue traer a Sensini, que venía de fracasar como DT en
Italia, y también durante escasos nueve meses. Salimos subcampeones me dirán, y
yo contestaré, - Es cierto, con
Boghossian en el equipo, que fue a la postre el goleador del torneo -.
Después de la ida de él, lo reemplazaron con Taborda y mandaron al club a las
puertas del descenso con Sensini como conductor, el cual tuvo que retirarse en
abril del 2011 por el desquicio en que dejó lo deportivo.
Entonces,
en un rapto de genialidad de esos que son comunes en nuestra CD, trajeron a
Torrentes …Y más tarde, y como si el anterior error no hubiese sido suficiente,
a Cagna...
La
realidad indicaba que estábamos 10 puntos por debajo del promedio del descenso
respecto a Independiente, y que para salvarnos debíamos hacer tres torneos
cortos consecutivos de 60 % de efectividad. Es decir, el descenso era nuestra
próxima estación. Hasta que apareció él, se hizo cargo, planteó condiciones y
capitaneó el salvataje, que se cristalizaría si por lo menos salíamos campeones
. Y él lo hizo
Cuando
el Tata terminó su tarea y se fue, dejando armado el mejor equipo del país y
campeón, y entonces comenzó la eficiente tarea de demolición por parte de la Comisión Directiva.
La
primera carga explosiva en los cimientos del equipo, e
inaugurando la etapa de los pasantes como DT, fue designar a Berti como
entrenador, quien jamás había dirigido primera división, y que con el correr de
los partidos y una vez que la impronta del Tata se diluía, evidenciaba su mediocridad
como técnico. La historia es conocida, pero no deja de ser sorprendente que le
hayan dado el equipo para dirigir la Copa Libertadores de América. Es decir no
la querían ganar.
Después
de este grueso error cometido, recurren a traer a Gustavo Raggio que su única experiencia
como DT era en el Club Unión de Arroyo Seco...
Más
tarde llegó el turno de traer al Tolo el 1 de junio de 2015, quién dirigió solo
14 fechas. Quizás no haya sido el técnico más exquisito, pero durante su
trabajo Newell´s cosechó el 52 % de efectividad, con el vestuario y demás en
contra.
Se lo
despidió a solo dos fechas del clásico (y después de dos derrotas consecutivas),
y se toma la increíble determinación de ponerlo a Lucas Bernardi, absoluto principiante
como técnico (notar que el Tata trabajó 15 años como entrenador antes de
dirigir la Lepra). Y hoy nos encontramos en un callejón sin salida, sin
respuestas, desorientados, y a un año de las elecciones. Mal pronóstico.
Tuvimos
posibilidad de cambiar esta historia, en el año 2012 cuando se debían realizar
las elecciones. No era fácil proponer una alternativa política de parte de aquellos
que veíamos claramente la dirección decadente de esta administración en un
entorno semejante, con lo deportivo de la mano del Tata en el mejor de los
momentos. Solo dos agrupaciones (Movimiento Centenario y Encuentro Leproso) intentamos proponer una opción que suponga el
voto de los asociados, en forma consecutiva y después de 14 años de lopecismo,
ejercicio democrático indispensable.
Se nos hizo difícil por dos motivos: por un lado ninguna de las agrupaciones que hoy emergen (y bienvenidas que lo hagan y propongan) existía o se acercó a acompañar el intento, y a compartir una alternativa diferente. Y por otro lado, una mala experiencia con el maestro Griffa, no por él ya que es una persona de la que tengo un altísimo respeto, sino por el entorno lopecista que pretendía colarse en la propuesta.
Cuando
el intento de presentación de nuestra lista para habilitar las elecciones
fracasó, publique una carta de lectores en el Diario La Capital (Cliquear), donde exponía que
el hecho de no haber podido realizarse las elecciones, suponía un fracaso
institucional (del cual nos hicimos cargo en la cuota de nuestra
responsabilidad), de consecuencias muy negativas, que el tiempo iba a
encargarse de evidenciar.
Lamentablemente,
tal como se preveía, es lo que en estos momentos estamos viviendo.
Esperemos que en esta nueva chance próxima, se pueda armar una alternativa superadora a esto (no será muy difícil seguramente) con la amplitud que otrora tenían los directivos preLópez, donde lo más importante era siempre la institución y la alternancia en el poder.
Gustavo
A. Albertengo
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